Sobre el río Amazonas navega el Manuel Antonio, carguero mercante que, desde Brasil recorrerá días entre la selva amazónica hasta llegar a la gran ciudad aislada, Iquitos, en tierra peruana. Los marineros y brunetes cargan la mercancía en cada parada, botellas de gaseosa, bananos, animales… Éstos, esperando el momento de arribar para ponerse a la venta, como en un tránsito pausado obligatorio. Mercancía viva o muerta, como decenas de pasajeros colgados en sus hamacas o en el fervor de que atraque el barco una vez más.
A lo largo del río Amazonas existe un aura de misticismo e historias que sentir y/o escuchar, cada pasajero puede ser un personaje que descubrir en este escenario tan peculiar.
Ana says
Brutales las fotos!